"somali"

somali

El somalí es de constitución media: firme, ágil y musculado. La cabeza tiene forma de media cuña con contornos suaves y las orejas están bastante separadas y tienen mechones. Los ojos tienen forma almendrada y están bastante separados. Pueden ser de color ámbar, avellana o verde; cuanto más intenso sea el tono, mejor. Las patas son largas y tienen zarpas ovaladas con dedos copetudos. El pelaje es de longitud media y el pelo, fino y suave, es tupido, pero cae lacio sobre el cuerpo. Los adultos tienen gorguera y calzón, pero estos rasgos no se manifiestan en los gatitos. En cada pelo debería haber, por lo menos, tres bandas de oscurecimiento (llamado ticking) que dan lugar a seis secciones de contraste de color desde la raíz a la punta. El somalí puede presentar 28 colores. El más habitual es un pardo dorado intenso con pelaje de base albaricoque alternado con negro en cada pelo.

personalidad

El somalí es un gato muy inteligente. Esta raza tiene buen carácter, es juguetona y disfruta con los juegos y los juguetes. Los somalíes pueden ser más tímidos e independientes que sus primos abisinios, pero les gusta la compañía humana. Son activos y les gusta hacer ejercicio al aire libre.

origen

El somalí es la versión en pelo largo del abisinio. El gen del pelo largo se introdujo en la raza abisinia a principios de 1900, pero la variedad de pelo largo no se convirtió en una raza aparte hasta 1960. La introducción original del gen de pelo largo tuvo lugar en Gran Bretaña y los abisinios portadores del gen recesivo se exportaron a Europa y a Estados Unidos. La reproducción sistemática del somalí empezó en los Estados Unidos. Pronto, los somalíes se volvieron populares en otros lugares, sobre todo en Australia, donde se criaron hasta casi excluir al abisinio.