Burmilla

Burmilla

El burmilla es un gato de constitución media, parecido al burmés, con un cuerpo robusto y musculoso y el lomo recto y fuerte. La hembra es mucho más pequeña y delicada que el macho. La cabeza tiene un cráneo ligeramente redondeado, un hocico cuneiforme y orejas bastante separadas. Sus ojos expresivos pueden ser de cualquier color entre el dorado y el verde. El pelaje es corto y se ciñe al cuerpo, con un manto inferior pálido y un tono uniforme más oscuro en la punta del pelo (también llamado tipping) del resto del cuerpo, con una mancha en forma de M muy característica en la frente.

personalidad

El burmilla es menos bullicioso que el burmés, pero menos tranquilo que un chinchilla. A este gato le encanta que le presten atención y formar parte de la familia, pero pueden ser bastante exigentes y suelen seguir a sus dueños por toda la casa. Como la mayoría de los gatos asiáticos, el burmilla es muy inteligente y suele resolver problemas como el de abrir las puertas.

origen

El burmilla es un miembro del grupo de gatos asiáticos con el pelo corto. La raza se creó en 1981 tras un apareamiento accidental entre un macho de raza chinchilla y una hembra de burmés lila. Los gatitos se parecían a y se comportaban como un burmés, pero con el impresionante color plateado y las manchas en la punta del pelo propias del chinchilla. De hecho, generaron tanto interés que permitieron que la pareja se apareara de nuevo y, a partir de ahí, se formó una nueva raza.